Dña Patricia López García, enfermera en el servicio de vascular y otorrino , durante la celebración del III Congreso Equipo multidisciplinar en Sanidad nos habló sobre los cuidados en pacientes con sonda de gastrostomía radiológica percutánea.
La gastrostomía radiológica percutánea es un procedimiento que implica el uso de acceso percutáneo al estómago bajo guía fluoroscópica para la colocación de una sonda de larga duración. Este tipo de sonda se utiliza para nutrir a los pacientes que no pueden ingerir alimentos por vía oral o que tienen una insuficiencia nutricional. La colocación de una sonda de gastrostomía se lleva a cabo por radiólogos intervencionistas en la mayoría de los hospitales.
En los primeros 15 días después de la colocación de la sonda, los cuidados de enfermería son especialmente importantes para asegurar que la zona de la gastrostomía se mantenga limpia y seca, lo que reduce el riesgo de infección. En el protocolo de actuación del servicio de cirugía vascular y otorrino en el que trabaja la enfermera Patricia López García, se indica que la primera cura debe realizarse dentro de las primeras 24 horas después de la colocación de la sonda.
La enfermera Dña. Patricia López García explica que la zona de la gastrostomía puede ser muy dolorosa en los primeros días después de la colocación de la sonda. Es importante retirar las gasas y los apósitos con mucho cuidado y administrar analgésicos intravenosos para reducir el dolor. Una vez retirados los apósitos, la zona debe lavarse con suero fisiológico y retirarse el disco que hace tope para facilitar la limpieza.
Recomendaciones de limpieza
Los botones o puntos de pepsia que se utilizan para asegurar un trayecto seguro hacia el estómago deben limpiarse con suero fisiológico, al igual que la piel alrededor de la sonda. La limpieza debe realizarse con cuidado para evitar dañar la sonda o la piel del paciente. Es importante asegurarse de que la zona se seque correctamente, sin dejar humedad debajo del botón.
Después de la limpieza, se debe desinfectar la zona con clorhexidina acuosa. Durante los primeros 15 días después de la colocación de la sonda, se debe utilizar antiséptico para reducir el riesgo de infección. Después de este período, se puede utilizar agua y jabón para la limpieza.
La enfermera Dña. Patricia López García recomienda que los pacientes se laven la sonda como si fuera una parte más de su cuerpo. Es importante utilizar agua y jabón con pH neutro y asegurarse de secar bien la zona después de la limpieza. Se recomienda colocar un par de gasas entre la piel y el disco, que se deben cambiar diariamente o cuando estén manchadas.
Para finalizar la cura, se debe comprobar el llenado del balón con una jeringa de 10 mililitros y extraer el contenido. La cantidad de agua que se debe introducir en el balón viene determinada por el fabricante. En general, se recomienda introducir valores intermedios y nunca utilizar suero fisiológico, ya que puede dañar la sonda.